Raro es el día que no nos levantamos con alguna noticia sobre esta cantante nacida hace hoy 33 años en la localidad americana de Houston, casada con el rapero Jay-Z (unión sobre la que todas las miradas se ciernen esperando su ruptura), y considerada una de las figuras artísticas más influyentes del mundo
Haga lo que haga, vaya donde vaya, Beyoncé siempre interesa. Sus conciertos, su música, sus aficiones y, cómo no, su vida personal. La que es una de las “cien personalidades más influyentes” del mundo según la revista “Time” (en 2013 y 2014), ha logrado convertirse en un mito viviente de la música aclamado por todos los rincones del mundo. Y todo eso con solo 33 años, que son los que hoy cumple esta mujer de signo virgo nacida un 4 de septiembre de 1981 en Texas. Una persona capaz de atesorar, en 16 años de trayectoria, 17 premios Grammy, más de 75 millones de discos vendidos como solista y otros más de 60 como integrante de la formación “Destiny´s Child” con la que se dio a conocer y se consolidó como figura cara al público.
Con tesitura de mezzosoprano, Beyoncé Giselle Knowles-Carter puede presumir de, además de ser cantante, haberse realizado como compositora, productora, actriz, bailarina, coreógrafa, modelo y empresaria. Muchas disciplinas que partieron de la participación en un programa de “cazatalentos” donde se alzaría con la victoria gracias a una versión de “Imagine”, de John Lennon, que hizo que muchas miradas se fijaran en su talento. Sin embargo, como siempre en estos casos “no es oro todo lo que reluce” y en 2009, tras escuchar multitud de rumores acerca de sus compañeras de formación, nuestra protagonista se vio inmersa en una depresión profunda de cerca de dos años durante los que se pasaba días enteros encerrada en su habitación sin querer comer y que, según parece, le curó su madre con una frase: “¿Por qué crees que nadie te va a amar? ¿Se te olvidó que eres tan bella, inteligente y dulce?”.
Fue en 2002 cuando conoció al rapero Jay-Z y cuando su corazón empezó a latir con fuerza por este hombre once años mayor que ella y con el que se casó en 2008 en París, convirtiéndose en la primera pareja musical “billonaria” ya que, según se rumorea, la unión de los dos artistas está valorada en más de mil millones de dólares (realidad que les ha hecho aparecer hasta en el Libro Guiness de los Récord). Padres de una hija nacida en 2012, Blue Ivy Carter, ambos están teniéndose que enfrentar, en los últimos tiempos, a constantes rumores de una inminente separación (algo que acaban de desmentir besándose durante un concierto que compartieron recientemente). Si es verdad o no aquello de que “cuando el río suena, agua lleva”, solo con el tiempo lo sabremos aunque lo que nadie puede negar es que, si es por el coste de los regalos que se hacen, el cariño que los une debe ser… inmenso. O si no, ¿cómo se explicaría el jet valorado en 40 millones de euros que le regaló la “diva” a su marido por el día del padre? ¿Y qué decir del bolso Hermes de 350 mil dólares que él le compró a ella?
Amante de la pintura y de pasear en bicicleta como aficiones, Beyoncé es una enamorada de los ritmos del Medio Oriente y, aunque nadie lo diría, sus orejas, de pequeña, fueron motivo de burla de sus compañeros de colegio. Con 1, 70 de estatura, ha sido reclamada como imagen de multitud de productos y, en cuanto a su vestuario, utiliza diferentes estilos a la hora de presentarse ante el público. “Me gusta vestir sexy y como una dama”, ha reconocido al respecto de esa moda que, desde siempre, ha tenido presente en su casa (su madre, a la que ha apoyado cuando lo ha necesitado en el lanzamiento de su firma, es la diseñadora y peluquera Tina Knowles).
Su lugar ideal para unas vacaciones es Miami (por su agua caliente) y, si pudiera viajar en el tiempo, le gustaría visitar el siglo dieciocho –para vestirse de princesa- y avanzar en el futuro hasta tener una experiencia similar a las de las películas de ciencia-ficción espacial. Un género que aún no ha tocado en la “gran pantalla” (para la que sí ha intervenido en películas como “Dreamgirls” o “La Pantera Rosa”) pero que, de seguro, algún día llegará en forma de esos personajes ficticios a los que también le gusta darle vida. Eso sin olvidar la realidad de quienes los pasan realmente mal y a los que dedica parte de su tiempo con fundaciones que la reclaman y a las que no ha tenido inconveniente en prestar su ayuda siempre que ha podido. “Estrella” solidaria, buena amiga y madre, perfecta esposa… ¿es tal vez Beyoncé la mujer perfecta?
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