Con “Nunca digas no” la artista vuelve a los ritmos cañeros y se muestra más explosiva que nunca prometiendo elevar más aún la temperatura de las pistas de baile este verano
José Antonio Muñoz (@josan_ms)
Rompedora, sexy y, sobre todo, muy valiente, Natalia fue la primera en lanzar “singles” y videoclips sin estar incluidos en un álbum musical ni contar con el apoyo de una discográfica. Ahora se estrena como directora en el vídeo de su nuevo tema, “Nunca digas no”, que ya han visto 750 mil personas en tan solo un mes, y donde se atreve con “looks” muy diferentes en escenas llenas de sensualidad y desenfreno. A sus 30 años, la andaluza confiesa sentirse más sexy que nunca y muy cómoda enseñando “carnaza” en unos bailes que muestran su lado más salvaje.
-¿Por qué decidió dirigir usted misma el videoclip?
-Lo tenía estructurado en mi cabeza. Necesitaba algo salvaje, divertido, dinámico, acorde a una canción tan potente y que diera ganas de verlo muchas veces. Creo que lo he logrado por ser la directora ya que nadie habría plasmado tan bien mis intenciones.
-Ha sido pionera en muchas cosas… ¿Es una adelantada a su tiempo?
-Fui la primera en dejar de sacar discos y lanzar “single” por “single” y mucha gente me tomó por loca. No le veía sentido a grabar un álbum para que después se escuchara solamente una canción y por eso me tiré a una piscina en la que luego han caído muchos otros cantantes (aunque ya, por mi experiencia, sobre seguro). Me siento muy orgullosa y, a pesar de que ningún compañero me lo ha reconocido, yo sé que fui que inauguró esta nueva forma de hacer y vender música en España.
-¿Es tan valiente como parece?
-A la hora de trabajar me arriesgo. A veces sale bien y otras mal pero hay que darlo todo para triunfar. Más allá soy muy insegura y eso genera muchos miedos, que son los que me frenan un poco.
-En el videoclip se le ve cómoda en el papel de sargenta…
-Totalmente. Soy muy “marimandona” en casa, maniática del orden, que todo esté como a mi me gusta… pero también me dejo hacer. Mi novio vive conmigo y es el que más me sufre. También mi hermano, que es mi representante y me paso el día diciéndole: tenemos que hacer esto, no podemos dejar lo otro…
-¿Y en el amor como es?
-Muy tradicional, de parejas estables. No me gusta probar unos y otros. Para mí eso es de valientes pero yo necesito estabilidad emocional puesto que mi carrera tiene muchos altibajos. Me aferro a todo lo que me dé serenidad. Con alguien que me produjera celos me volvería loca. No quiero nadie que me intranquilice pues acabaría tirándome por un puente. Llevo cinco años con mi chico y estoy feliz.
-¿Es tan sexy la persona como la artista?
-En mi vida diaria soy la más recatada del mundo, sin escotes y con camisetas básicas. Soy una gran vergonzosa. Jamás he hecho “topless”. Es en el escenario donde me despojo de mi parte pudorosa. Tiene que ser así. Una artista completa tiene que cantar, bailar, actuar, mostrar sensualidad… Beyoncé (que es mi referente) reúne todo eso. Parece de otro planeta.
-¿Se ve tan explosiva dentro de 10 años? ¿Con 40?
-Estoy cada vez más salvaje. Cuando empecé con 18 no me imaginaba enseñando “carnaza” cuando tuviera 30 pero lo he hecho y me siento “súperbien”, más sexy que nunca. Si el cuerpo y mi estado físico me lo permiten, voy a seguir mostrando cuerpo y bailando a lo bestia durante mucho tiempo. Mira Madonna o Jennifer López, que están en su mejor momento…
-¿Ha cambiado mucho en doce años?
-En este momento sé lo que quiero, soy dueña absoluta de mis pasos y de mi carrera. Antes era una marioneta pero, desde que terminó mi contrato en 2007, tras mi último disco, mando yo. Cuando vi que las discográficas no me atendían como merecía decidí eso de “yo me lo guiso, yo me lo como” y resulta que trabajo muchísimo y tengo más promoción que nunca. Todo lo que hago tiene calidad, sin nada que envidiarle a los artistas de grandes multinacionales, y es así porque yo lo he decidido. Cuesta más abrirte puertas sin un apoyo detrás, pero no se acaba el mundo.
-¿Hay amigos en su profesión?
-No. En este país nos deberíamos apoyar más los intérpretes, como hacen los americanos a los que envidio. Cuando veía ese dúo entre Beyoncé y Lady Gaga, o Britney Spears y Madonna, alucinaba. ¿Por qué en España no se hace eso? A mi me encantaría hacer un dúo con Soraya o con Edurne (que son quizás los perfiles más parecidos a mi) y apoyarnos mutuamente aunque seamos competencia. Y me habría encantado cantar con Marta Sánchez, que es mi ídolo desde niña.
-¿A qué diría “no”?
-A las drogas. A pesar de lo que dicen, se puede trabajar en la noche y ser muy sana. En doce años de carrera nadie me ha ofrecido cosas raras. No sé ni cómo es la cocaína, no la he visto nunca ni aceptaría que alguien la consumiera en mi presencia.
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