La nieta de Rocío Jurado presenta un “look” mucho más favorecedor gracias, en parte, a los retoques estéticos a los que se ha sometido, y que ella misma ha confesado.
Por Ricardo Castillejo
Era un misterio para la prensa hasta que se empezó a hacer “youtuber”, primero, y, sobre todo, desde que participó en “Supervivientes 2020”, y llegó a la final del programa.
Un concurso durante el que perdió 16 kilos que, al regreso de Honduras, intentó no aumentar para evitar el tan temido “efecto rebote”. Más allá, Rocío Flores no ha dejado de potenciar su moreno con rayos UVA y tomando el sol durante un verano en el que la hemos visto muy enamorada de su novio, Manuel Bedmar.
Pero, ¿qué partes de su cuerpo ha ido modificando, poco a poco y gracias a su clínica de cabecera? Para empezar, la joven se ha arreglado el hueso de la nariz con una técnica que no requiere cirugía, ni conlleva dolor o efectos secundarios, y que le ha regalado un nuevo aspecto más armónico. Además, ácido hialurónico en los labios, aportando volumen e hidratación, y extensiones de pestañas le han permitido potenciar la imagen facial de sus rasgos.
Por si fuera poco, la nieta de Rocío Jurado ha confesado estar sometiéndose a sesiones de maderoterapia corporal para combatir la celulitis y activar el sistema circulatorio y linfático, tratamiento que no hace sino mejorar aún más su silueta. Y es que está claro que Rocío no quiere ser “flor de un día” y, por esa razón, se está preparando para lo que tenga que venir que, de momento, está en el aire. ¿Hará más intervenciones televisivas? ¿Continuará su carrera en las redes sociales?