Ayer a las 10 de la mañana, la cantante colombiana se enfrentaba a una nueva acusación, esta vez no por plagio sino por, presuntamente, defraudar 14,5 millones de euros a Hacienda y por evasión de impuestos. Trató de que los medios no consiguieran grabarla entrando en el Juzgado de Instrucción 2 de Esplugues de Llobregat, localidad en la que reside junto a Gerard Piqué y sus hijos, y para ello, alquiló todo el aparcamiento del recinto. Sin embargo, no lo consiguió. Algo más tarde, se pronunciaba públicamente a golpe de comunicado explicando su versión de los hechos: “Tan pronto como conoció el importe que según la Agencia Tributaria Española debía abonar, y antes de la interposición de la querella, Shakira procedió a pagar la cantidad en su totalidad, además de proporcionar información exhaustiva a Hacienda. Por tanto, actualmente no existe ninguna deuda”, detalla el texto.