El Rocío ha terminado y, en el camino, aún resuena el andar de las carretas. Un escenario mágico que, por vez primera, ha conocido Soraya Arnelas –junto a su novio, Miguel Herrera-, gracias a nuestra revista, “Sevilla Magazine”
Acaba de estrenar su nuevo videoclip, “Neon lovers”, donde aparece por vez primera su novio, Miguel Herrera, a su lado y como protagonista. Un trabajo donde ambos han sido caracterizados con un “look” futurista que, no obstante, no le impide disfrutar de tradiciones como las de El Rocío. Allí, por vez primera, Soraya Arnelas se ha vestido de flamenca, con modelos de Ángeles Verano, Ángeles Álvarez y Soniquetes y Tarantas y ha posado con su chico sevillano feliz por descubrir uno de los rincones más mágicos de Andalucía.
-¿Qué tal ha resultado la experiencia?
-Maravillosa. No me lo esperaba. Siempre he pensado que el “look” de flamenca es para la gente del Sur y, aunque soy vecina de Extremadura, nunca me había puesto este tipo de prendas. Verme tan favorecida, con colores a la moda, con diseños que han creado para mí… me ha recordado a cuando voy a las cenas de gala.
-Porque Soraya, ¿tiene algo de andaluza?
-Bueno, tengo un novio maravilloso (risas). De pequeña he veraneado por Nerja y Torrox pero está claro que mi mayor contacto está siendo en esta última etapa. Me recuerda mucho a mi tierra porque, de hecho, dicen que los extremeños y los andaluces somos “primos hermanos”, ¿no? (risas).
-¿Cómo hace para derrochar esa energía que siempre transmite?
-Siempre he sido muy deportista y cuando fui azafata me acostumbré a los horarios de vuelo, con lo que no me cuesta madrugar o trasnochar. Dios me preparó. Me desenvuelvo bien en este medio de la música. No me ha venido de sopetón. Mi madre suele decirme: “cuídate, come”… Si no lo hiciera, no podría. Llevo una dieta controlada, cumplo mis horas de sueño…
-¿Ha influido en ese equilibrio su noviazgo con Miguel?
-Sí. Tener una pareja que no es cariñosa contigo y que no te apoye al cien por cien en tu carrera lo hace todo muy difícil. Ahora tengo a alguien que comparte mi vida conmigo, que es afectivo. Están saliendo en mí valores que no tenía. El 7 de junio hicimos dos años pero no lo celebramos juntos. Él estaba en Ibiza y yo en Sevilla pero el balance no puede ser mejor. En otras relaciones empezaba al cien por cien y luego la cosa se bajaba. Con Miguel ha sido al contrario. Empezamos al cincuenta por ciento y, poco a poco, hemos crecido. Me ha ayudado mucho psicológicamente. Siempre me saca el lado bueno de las cosas.
-¿Entra en sus planes el ser madre?
-Me encantaría y ojalá que no sea dentro de mucho. Lo que pasa es que él tiene 25 años y está despegando en su carrera y yo, con 32, aún puedo esperar un poquito. No es lo que estamos buscando. Debo darle tiempo para que se asiente un poco más en lo laboral a pesar de que le brillan los ojos cuando hablamos de ser padres.
-Se le nota muy cambiada…
-Es que depende de quién tengas enfrente. Mi madre me advertía que, al ser hija única, tendría problemas por mi carácter. He sido egoísta con lo mío y me aferraba mucho a mi trabajo pero eso ya no es igual. Si no tienes quien te ponga de mal humor, no te pones. Miguel es un hombre muy fácil, muy llevadero. Tiene un corazón grande, es bondadoso, divertido, muy hogareño…
-¿Cómo nació el amor entre ustedes?
-Pues hubo un encuentro en un concurso donde él participaba y yo era jurado pero no nos llegamos a conocer. Me fijé en él porque era mi preferido y, al poco, se puso en contacto conmigo a través del “facebook” pero teníamos pareja y no nos planteamos nada. Más tarde fui a Barcelona, coincidimos en un programa de televisión y, desde entonces. Creo en los milagros y en cosas que se nos escapan. Cuando eres bueno, el universo conspira para que se te devuelva esa buena energía.
-Es curioso que, a pesar de ser menor, parece ser él quien la serena…
-Bueno, yo tengo alma de niña. Él aparenta más edad y yo menos y así nos igualamos. Miguel tiene una filosofía muy tranquila, con mucho humor. Antes, desde el principio con mis novios, preguntaba: “¿Qué somos?”. Él me pedía tiempo y, poco a poco, ya ves. Con los otros era el declive pero, con Miguel, la calma.
-¿Qué aporta Soraya en esta unión?
-La claridad profesional. Miguel no tenía muy claro sin seguir en la moda cuando empezamos y yo le ayudé porque es un mundo, tanto ése como el de la música, que conozco bien. Ha visto cómo ser perfeccionista, tener actitud, personalidad… Luego, a nivel personal, nada. Él ya tenía unos valores muy sólidos.
-“¡A bailar!”, el programa de Antena 3, les ha hecho muy populares…
-Tenía muchas ganas de volver a la televisión y ha sido una experiencia única y en conjunto. Tienes que entregarte en cuerpo y alma y, aunque hemos tenido nuestras discusiones, ha sido para mejorar. Los concursos me divierten mucho.
-¿Y en verano?
-Actuaciones. Iré todos los lunes a Ibiza. Y lanzo dos campañas como imagen: de “Oriflame” y “Legendario”. Aparte nos tomaremos algunos días y nos iremos con mis padres a Portugal.